La colección Mariano Yera es uno de los más importantes conjuntos de pintura española del último siglo, solo comparable a las de los grandes museos. El nivel de las obras reunidas es fruto de 23 años de trabajo sobre el terreno con la decidida intención de apoyar la pintura en sus postulados más progresivos.

Esta exposición no se plantea como una sucesión cronológica sino como una superposición de mapas en los que se sitúa cada pintura. Las obras no se suceden por fechas, se enfrentan a sus referentes o sucesoras de manera que el espectador pueda entender cómo se tejen los vínculos genealógicos del arte español más allá de las líneas historiográficas convencionales. De esa manera es posible entender cómo algunos artistas resultan ser determinantes a lo largo del tiempo aunque no
necesariamente lo hayan sido en el momento histórico en que les corresponde.

La colección tiene dinámicas internas más allá de la sucesión temporal. Una obra no sucede a otra directamente, ni siquiera cuando hablamos de dos piezas del mismo artista, pero a veces un artista sí continúa con la línea emprendida por otro anterior. No es difícil encontrar, dentro de esta idea genealógica, una razón de ser de determinadas formas que pasan de Miquel Barceló o Juan Uslé a Rubén Guerrero, por ejemplo, o no es difícil trazar una diagonal que vaya de Palazuelo a Equipo 57 y acabe en FOD, de momento. Esta idea es tan antigua como los postulados de los primeros momentos de desarrollo de la Kunstwissenschaft. Hablamos de la necesidad de entender, desde la Historia del Arte, el desarrollo de las formas artísticas desde el conocimiento de las condiciones sociales y culturales del artista. No existe la creación sin contexto y toda aproximación estrictamente formalista a una obra de arte es deficitaria.


Exposición comisariada por Carolina Parra y Nacho Ruiz.

 

Sobre la colección

 

La colección fue iniciada por Mariano Yera en 1999. En 2013 Natalia Yera aceptó dirigir los destinos de este tesoro familiar. Desde entonces sus conservadoras han sido Rosina Gómez-Baeza y Lucía Ybarra. En la actualidad la colección cuenta con ciento noventa y dos obras de noventa y cuatro artistas, creciendo y asumiendo nuevos retos con la incorporación de obras de artistas españoles representativos de la poética -siempre dialogante- entre figuración y abstracción, siguiendo la línea trazada desde sus inicios. Adicionalmente se cuenta con un equipo profesional que apoya con rigor las labores de restauración a cargo de Ana Iruretagoyena, así como el registro y documentación de la mano de Laura Ramírez Palacio.