‘El sueño de los robots’

 

La primera vez que vi la obra de Juanma Moreno, me fascinó su capacidad de utilizar magistralmente la técnica pictórica tradicional y fusionarla con un imaginario actual y muy pero que muy contemporáneo. Si nos preguntamos de qué somos contemporáneos hoy en día, está claro que la respuesta es de la electrónica y que nuestro presente y nuestro futuro está condicionado por la inteligencia artificial, para lo bueno y para lo malo. Digo con respecto a lo malo, algunas amenazas del pasado se han hecho realidad, porque a pesar de todos los logros y avances científicos que hay que celebrar, este avance, sin darnos cuenta y festejándolo casi, nos ha transformado en una sociedad vigilada y manipulada con fines económicos como predecían algunas novelas de ciencia ficción. Y es así cómo todos tenemos actualmente en nuestro bolsillo un dispositivo conectado a sistemas que usan redes neuronales para, con la información personal que volcamos, bombardearnos con anuncios basados en nuestros hábitos. Porque a día de hoy nos hemos acostumbrado a ver anuncios a cambio de aplicaciones gratis, ¿alguien ha pensado que Facebook podía ser de pago? . A cambio tenemos unas redes sociales que, si en un principio iban a servir para conectarnos, el resultado es que vivimos como los prisioneros de la cueva de Platón, consumiendo una realidad artificial que va moldeando nuestro comportamiento estimulado por los likes y la publicidad. Esa realidad artificial proyectada en las redes sociales es el imaginario elegido por Juanma para su obra. Esta tiranía de las imágenes y la invasión de medios que hace que hayamos llegado a un punto en el que se banaliza todo y se pierde el sentido crítico, aunque personalmente creo que no llegaremos a perder la noción de lo que es la realidad. O quién sabe.
He querido arropar la obra de Juanma bajo el término “cibercostumbrismo” porque, aunque muestre los usos y costumbres de la sociedad actual, lo hace a través de una mirada cibernética. Juanma representa en sus cuadros imágenes encontradas en las redes sociales en las que el o los sujetos están desprevenidos, posando artificialmente o en un estado fuera de lo normal. Una especie de anti-fotos que alimentan internet a diario. Estos cuadros que pinta son volcados a una red neuronal que genera a su vez nuevas imágenes. Lo que más llama la atención de las imágenes devueltas es lo grotesco de las formas y es que estamos viendo a través de los ojos de una máquina. Juanma vuelve a representar pictóricamente esas imágenes devueltas por esta inteligencia artificial atraído por ellas y su estética monstruosa como un imán.