En esta exposición, su primera individual en Moret Art, María Treviño presenta unas obras pictóricas hiperrealistas de escenas acuáticas y bodegones con múltiples referencias a la infancia que revelan su visión del mes estival.

Afirma la autora respecto al proyecto: “El caso es que al final me propuse contar a través de mi trabajo, la pintura, quien soy en agosto. El mes entre paréntesis, porque es la excepción. El que paso en la casa familiar frente al mar, la casa de mis abuelos. Estos cuadros son instantáneas de esos días estivales. Son algunas de mis circunstancias, de mis vivencias. Allí el tiempo se ralentiza, la vida familiar se intensifica, los niños nos enseñan cómo exprimir cada segundo, los recuerdos pasan a protagonizar muchas de las conversaciones y el mar se convierte en el núcleo de nuestros días. A través de ellos me sumerjo en el agua salada y me reconstruyo (como dice Virginia Woolf) porque, al final, todo es autobiográfico”.