A promise - Exposición individual

 

Lo más cerca que he estado de ocupar uno de los estanques como los que Marina González Guerreiro despliega en Una promesa fue en el Parque Aluche en el Madrid del año 2010. El parque se inauguró al final de la dictadura franquista el día 27 de julio de 1973, por el entonces alcalde, y arquitecto de profesión Miguel Ángel García Lomas-Matas. Se inauguró bajo el nombre de Parque Arias Navarro, en honor al promotor del parque a la sazón presidente del Gobierno durante la dictadura, y fue construido después de soterrar parte del tendido eléctrico de alta tensión de la zona. Los vecinos nunca se refirieron a él por su nombre inaugural. Como ejercicio de resistencia silenciosa se decía: “vamos al Luche”. Hay en él un estanque artificial que se hizo sobre el antiguo caudal del arroyo Luche que recorría los barrios de Aluche, Lucero y Puerta del Ángel. El arroyo desapareció antes de la inauguración del parque cuando en los años cincuenta se decidió canalizarlo. El parque que yo viví trataba de ser una suerte de Arcadia donde la gente del barrio se reunía y que, durante la noche, se volvía impenetrable. Hoy sigue siendo un simbionte entre naturaleza y periferia. Y es en este mismo lugar donde S. y yo solíamos pasar las tardes, escuchando Oi!, bebiendo cerveza y dando de comer a los patos Gusanitos de la marca Risi.

Exposición Marina González Guerreiro